El rapto de Deyanira.Rubens. (Museo del Prado)
Relato y algunas anotaciones
Deyanira, la protagonista es hija de Eneo, rey de Calidón, y de Altea, y tiene varios hermanos entre ellos Meleagro.
Es la segunda esposa de Heracles; la esposa del primer matrimonio fue Mégara, quien según Apoloro, sobrevive a la locura del héroe, que mata a sus hijos, pero en Eurípides ella también muere.
Al comienzo de la obra, nos encontramos en el hogar de Heracles, en Traquis, en el golfo Malíaco, al noroeste de la isla de Eubea. El coro está formando por muchachas del lugar, que dan nombre a la tragedia.
El argumento de las Traquinias se refiere a los acontecimientos que conducen a la muerte de Heracles, luego de sus 12 trabajos. Pero es una tragedia no habitual en Sófocles, ya que por primera vez, el tema central es el deseo erótico, el amor como deseo sexual.
Heracles presa de un deseo erótico irresistible hacia Yole, la hija del rey de Ecalia, Eurito, arrasa su tierra y mata al rey tomando por esclavas a las muchachas de la localidad, incluida, desde luego la bella y joven princesa Yole, a quien hizo su amante.
Parte de Eubea una comitiva conducida por Licas, heraldo de Heracles hacia Traquis.
El agon o conflicto trágico, reside en esta trasgresión del héroe quien pretende llevar al lecho matrimonial a Yole, pasando por encima de Deyanira y sus derechos de esposa legítima. Ella, defiende su lugar y sus derechos dentro del oikos, entre los cuáles está, naturalmente, compartir el lecho con su marido. Chocan así dos ethos diferentes (mortal y héroe) y una desmesura de Heracles de no aceptar las leyes del matrimonio impuestas por la divinidad hecha ley de la ciudad.
En el prólogo, aparece en escena Deyanira, como la protagonista de mas de la mitad de la tragedia, quien recuerda lo infeliz de su vida junto al héroe, la terrible pelea entre Heracles y el ría Aqueloó por su mano y su vida llena de soledad y de temores, mientras Heracles está fuera del hogar desde hace mas de un año y antes de partir le había dejado una tablilla testamentaria, donde informa el reparto de bienes de la familia. Y le dice que si en 1 año y 3 meses no regresa, es porque ha muerto y que si regresa vivirán felices el resto de sus días.
El miedo por las noches es junto al lecho ausente de esposo, una referencia al deseo erótico.(arde en su lecho por la ausencia de Heracles).La tragedia comienza con un vocativo:
“No se puede saber antes de morir si el mortal ha tenido una vida feliz o una desdichada”. Es un topos que encontramos en varias tragedias y que representa el pensamiento griego sobre el sentido de la vida.
Deyanira, siente que
-antes de bajar al Hades, mi vida es desafortunada, y dura, presa de un miedo atroz por el pretendiente, el monstruoso río Aqueloó. Ella vivía con Eneo su padre y el monstruo le había pedido la mano de la joven y bella princesa.
Justo llega Heracles quien ya conocía a Deyanira. (en medio de sus trabados, había ganado un juego de tiro con arco y flecha.y Eurito, que había prometido la mano de su hija al vencedor, se niega a entregarla a Heracles argumentando, que es un esclavo y un filicida. El debe continuar sus trabajos pero jura vengarse de Eurito)
El héroe pide la mano pero debe luchar con el poderoso río, siendo Afrodita el árbitro. Aqueloó se metamorfosea en toro, en serpiente y en hombre con cabeza de toro así es tomado por Heracles quien le rompe un cuerno y el río se retira. Nuestro héroe gana así el derecho a casarse con Deyanira. Ella por el miedo que tenía de la espantosa y terrible lucha, no recuerda ni un solo detalle.
(Como Anticlea la aya de Ulises cuando mata a los pretendientes de Penélope y cuando ésta le pregunta a la vieja esclava como fue el combate, ella dice no haber visto algo.
Es como si la mirada de la mujer, no puede ver en el terreno del hombre, el anér o lo masculino, está cegado para ellas, es un mandato una prohibición inmiscuirse en asuntos masculinos.
Prosigue el relato, retratando a Heracles como un mal padre que abandona a los hijos,
- “Y engendramos hijos…solo los ve al inicio y al final de la cosecha como un labriego”
Luego cuenta que se encuentran en Traquis porque Heracles había matado a Ifito por una disputa: Cuando Eurito le niega la mano de Yole, al otro día desaparecen unos rebaños y la culpa cae sobre Heracles, pero en verdad el ladrón había sido Autólico abuelo de Ulises. Heracles va junto a Ifito en busca del ganado robado, pero en un malentendido, mata a Ifito arrojándolo de un acantilado, y esto les cuesta el exilio.
Entra en escena la aya, aconsejando a Deyanira que Hilo el hijo de ambos vaya en busca de su padre.
Hilo obedece a su madre, pero sabía que su padre estaba vivo y que había estado esclavo de una mujer lidia, Onfalia, purgando el homicidio de Ifito.
Hilo se va y el coro pide al sol que “todo lo ve” que traiga noticias de Heracles.
De repente se presenta un mensajero con grandes novedades: Heracles había dado muerte al rey Eurito y saqueado la ciudad de Ecalia y viene triunfante hacia el hogar.
Licas se adelanta al héroe para conducir a los prisioneros y a las esclavas.
Entra Licas y Deyanira salta de alegría al enterarse que su marido está vivo.
Se compadece de las esclavas, tiene palabras amables para una de ellas de gran belleza.
Pero el primer mensajero, al entrar todos al palacio le revela que es Yole y que Heracles había arrasado Ecalia perdidamente enamorado de ella.
Entonces se acuerda del filtro de amor del centauro Neso y decide usarlo, untando con una la lana de oveja la túnica; se ls entrega a Licas, con las indicaciones de no exponerla ni al sol ni al calor.
Licas entrega la túnica a Heracles, quien presa de un ardor insoportable, maldice a Deyanira, mata a Licas y llora de dolor.
Hilo al ver a su padre moribundo vuelve a Traquis y echa en cara a su madre que ha matado a Heracles, su padre, desearía no haber nacido.
Deyanira le explica que ella en realidad confió en el filtro para recuperar a su marido e Hilo se convence de las verdaderas intenciones de su madre.
Vuelve a contar a su padre la verdad, y éste solicita un favor a su hijo como una dura prueba: que se case con Yole, la causante de todos los males, por honra a los dioses, que lo coloque en una litera y que luego encienda una pira fúnebre.
Hilo accede a sus peticiones, menos a encender la pira, nadie de los presentes se animada.
Deyanira al enterarse del estado moribundo de su marido, cuando lo traen a la ciudad, prepara el lecho matrimonial, se desnuda y se clava un puñal entre el diafragma y el hígado.
En las rocas del monte Eta, estaba yaciendo Heracles, llorando de dolor como una mujer, y ordena que por favor enciendan la pira donde yacía, sobre piel del león y con la túnica adherida a su piel que ya mostraba el hueso por efecto del veneno.
Un joven llamado Filóctetes se anima a encender la pira y Heracles en recompensa le da sus armas que luego le serán de gran utilidad en la guerra de Troya.
Mientras las llamas consumían el cuerpo de Heracles, se oyó un trueno y desapareció hacia el Olimpo en el reflejo de un relámpago. Una vez ascendido al reino de los dioses, se amiga con Hera y se casa con su hija Hebe, que Hera había tenido por partenogénesis, sin intervención masculina, sola e n el Jardín de Flora, con el frotamiento de una lechuga singular. Heracles, finalmente, ha conquistado la inmortalidad.
Deyanira, Heracles y Aqueloo
Análisis:
Dos mundos opuestos:
Deyanira se nos muestra como la esposa fiel, preocupada por su familia y hogar, que
poco o nada, sabe de lo que hace su esposo durante sus largas ausencias; cuida el hogar y atiende a los hijos, entre los que destaca Hilo (otros hijos están con Alcmena, viviendo
en Tirinto, o en Tebas, sin más explicaciones). Está informada de que Heracles le es
infiel con frecuencia, asunto que parece no importarle demasiado, o, que, en todo caso,
sabe disculpar con elegancia. Llegado el momento, se muestra compasiva con las esclavas llegadas a su hogar, y, de modo especial, con Yole.
Heracles por su parte, está ausente del hogar, hay dos mundos irreconciliables: el del héroe que vive fuera y sin relación afectiva con los suyos y por el otro la esposa fiel esperando resignada y sufriendo la ausencia del marido. Ella cuida los penates dentro del oikos.
El
oikos, tiene un adentro y un afuera, el adentro es dominio de la mujer y el afuera del hombre. A Deyanira, como a las demás mujeres de la época, no le interesaba si su marido tenía relaciones sexuales con mujeres o con hombres, pero dentro del hogar ella es la esposa que tiene que respetar el marido.
Heracles comete
hybris o desmesura en sus acciones al no respetar las leyes del hogar, las normas sociales del matrimonio. Po eso será castigado con la muerte.
Hay un ambiente en toda la obra de lo peligroso que es la unión de un semidiós y de un mortal.
Campo semántico de amor deseo:
Según el estudio de Ester Douterelo, sobre las familias de palabras que son mas
representativas a la hora de expresar amor-deseo en griego, encontramos dos raíces en el léxico estudiado:
1. Raíz:
e/r (e/raw) (e/rwj) imer (imeirw) poq: (poqew). Indican amor como pasión con finalidad sexual, deseo erótico)
2 Raíz:
fil (filei/n). Indica amor en un sentido más amplio como Philia, amor entre amigos, hermanos, padres.
Muy poco frecuente es el uso de:
: jterg(jterge/in) que significa amor conyugal.
En Traquinias encontramos de la primera raíz el sustantivo, no hay ejemplos en verbo.
La raíz poq es la que mas frecuentemente utilizada, en la forma verbal como también en sustantivo y adjetivo. Es la raíz elegida por Sófocles para evocar el deseo amoroso. El desear amoroso es una acción que el sujeto padece y de la cuál participa activamente.
En cuánto a la raíz similar
e/rw, de las 19 veces que aparece el sustantivo, 14 se refieren al amor como deseo y el resto a Eros como divinidad.
Eros es una divinidad poderosa y también invencible, doblega a dioses y a hombres por igual. Sófocles usa una terminología del deporte para referirse a él como ku/khj, es decir boxeador que gana todas las peleas. Deyanira a Licas:
-Quien se atreva a presentar combate a Eros, como un atleta que apresta sus puños, loco es pues el amor lleva a los dioses a su antojo y a mí también lo sé.
El deseo erótico en la obra:
Deyanira siente deseo sexual hacia su marido como se muestra en la antistrofa 1:- pues sé que Deyanira, la que fue disputada por unos y otros e n combate, está llena de ansiedad y, como lastimero pájaro, jamás adormece la inquietud de sus lacrimosos ojos; y avivando el temor que obstinadamente le trae la ausencia de su esposo, se consume en le lecho solitario que la llena de angustias, a la espera de la noticia de algún desenlace fatal.
Falto de marido ella se consume y la domina el miedo de que Yole la desplace como «esposa legítima». El Coro destaca aspectos importantes en la vida de su señora: sus continuas lágrimas, su miedo permanente y que le hace acordarse siempre de la partida de su esposo.
Por eso le ruega a Licas que le sea sincero que le diga la verdad con estas palabras:
Por Zeus, que lanza sus rayos en las cumbres del Eta, no me ocultes la verdad, pues no la dirás a una mujer indigna o que ignore la humana costumbre de no desear siempre los mismos goces, quien se atreva a presentar combate a Eros-como un atleta que apresta sus pupos- loco es, pues el amor lleva a los dioses a su antojo y a mí también, lo sé. ¿Cómo no entonces a otra mujer como yo?
Si acusara a mi marido, víctima al fin de esa dolencia, loca estaría o si acusara a un inocente de algo que ni me ultraja ni es vileza.
No es posible…Pero si aprendiste de él a mentir, nada bueno aprendiste. Y si fuera idea tuya, queriendo ser amable, yerra del todo.
Anda dime la verdad toda….pues lo que más duele es no saber.
¿Porque me ha de dar miedo el saber la verdad?
¿No ha sido Heracles el hombre más enamoradizo?
Pero ninguna amante suya oyó de mí duras o injuriosas palabras y ésta tampoco las oirá., aunque mi marido se derrita en su amor.
Siento gran piedad de ella al ver cómo su belleza ha destruido su misma vida y sin quererlo, ¡desdichada!, ha esclavizado y arruinado a su patria. Pero dejemos eos. Otra vez te lo pido: sé falso con las otras y verdadero conmigo.
Estas palabras acaban con la resistencia de Licas, que lo confiesa todo y ruega a Deyanira que mantenga su promesa de tratar a Yole amablemente. Deyanira lo promete y entra a la casa para dar a Licas regalos entre ellos la túnica para Heracles.
Del párrafo se desprende el dolor de Deyanira por el abandono de Heracles y la importancia de Eros que tiene el poder de obnubilar la mente de los hombres y quebrarles las rodillas, según la épica de Homero. En Sófocles tiene el poder de encantar, como un filtro amoroso. Otra vez Deyanira muestra deseo erótico hacia su marido y reconoce este deseo en Yole.
Es relevante la importancia de la súplica para obtener en este caso la verdad y el juramento es decir la palabra dada de parte de Deyanira.
Otro pasaje en el cuál Deyanira muestra deseo erótico por su marido es cuando se dirige al coro recitando el oráculo que había revelado la encina de Dodona: si Heracles no volvía en un año y tres meses y ese era el día: Y la veracidad de esas profecías se verificará en el día de hoy, que es cuando deben cumplirse; por eso, amigas mías, del lecho en que dormía dulcemente, , me he levantado aterrorizada, del miedo en que acaso me vea privada del mas noble de todos los hombres.
Deyanira vuelve a mostrar deseo erótico al confesar a una doncella su preocupación:
Y ahora somos dos las que esperamos los mismos brazos en un mismo lecho….veo además que la lozanía de la juventud en ella crece, y en mí se marchita. Y los ojos del hombre prefieren cortar la flor de aquella y se aparta de mí.
Vemos otra vez el deseo y la importancia de la mirada en la belleza y en la juventud, como desencadenantes de la pasión amorosa.
Cuando Licas parte hacia Eubea donde estaba Heracles ofreciendo un sacrificio a Zeus, el coro en la antistrofa canta haciendo referencia al deseo erótico:
¡Que llegue, que no se detenga nave de muchos remos hasta que a esta ciudad arribe, dejando la isla y el altar donde dicen que está ofreciendo sacrificios!
Que venga de allí deseoso de amor, tras haberse impregnado del ungüento de la concupiscencia, de acuerdo con lo que manifestó el centauro.
Se puede afirmar que la obra está bajo el signo de Afrodita, con Eros como Dios nacido del Caos primordial capaz de insuflar el deseo erótico irrefrenable.
Puede decirse que la bellaza física, desencadena ese amor erótico, la belleza como ruina.
Afrodita actúa a través de la mirada, en este caso, pero sabemos que también usa filtros y unciones aromáticas como también un cinturón amuleto que no se muestran en la tragedia motivo de análisis.
En las Traquinias hay alusión al lecho conyugal como indicador de deseo erótico. Es de particular interés cómo Deyanira prepara las ropas de Heracles antes de quitarse la vida.
El campo semántico en que aparece la palabra
lexoj, es esposa, lecho matrimonial, unión sexual. Tras convertirme en esposa elegida por Heracles, dice en el prólogo Deyanira, usando la palabra
lexoj.
En seis ocasiones Sófocles utiliza esta palabra con distintas intenciones, pero todas apuntan a la relación sexual con la elegida.
Desde luego que Heracles nunca pensó o tuvo en cuenta reacción iba a tener Deyanira cuando meta a Yole en el lecho matrimonial.
La raíz de lágrimas y de llorar en particular por las noches y en el lecho matrimonial, coloca a Deyanira en la posición de Penélope, quien tiene la misma aflicción desde que Ulises partió hacia Troya, solo que en la Odisea se reencuentra con su marido, en cambio Deyanira y Heracles ya no se verán.
Cuando Deyanira se da cuenta que son dos las que esperan al mismo hombre, cambia, de parecer, se produce la peripecia y prepara en el lecho, la túnica con el veneno del centauro Neso. Se dispone a utilizar el supuesto filtro de amor.
Filtrwi, es la palabra griega, es decir inducir una manía de amor en su querido esposo, en un contexto de deseo altamente negativo.
El cambio de peripecia o el darse cuenta para Deyanira ocurre cuando ve en el patio de la casa, cómo la lana con la que untó la túnica con el supuesto filtro de amor queda a merced del sol:
- el mechón de lana con el que unté el don lo había tirado casualmente a la luz del sol y a medida que se calentaba, comenzó a deshacerse y desaparecer de la vista, como el aserrín que queda del madero…Y del suelo brotaban burbujas espumosas como las que se forman en el espeso líquido del jugo de la báquica fruta.
Luego jura que si Heracles muere por el veneno, ella se quitará la vida.
Llega Hilo visiblemente alterado e increpa a su madre:
¡Ay madre, cómo me gustaría poder elegir entre estas tres posibilidades: o que ya no vivieras, o que viviendo, fueses madre de otros o que tuvieses otros sentimientos!
Ahí Deyanira cae en la cuenta que el veneno está matando a Heracles.
Deyanira entra a palacio e Hijo vuelve con su padre.
El aya descubre el cuerpo de Deyanira y cuenta y lo describe con estas palabras:
Tendía las mantas sobre el lecho de Heracles, se recostó y llorando desconsoladamente la oí decir:
¡Oh, lecho mío y cámara nupcial, adiós para siempre que ya no me recibiereis como esposa- Una clara referencia al deseo erótico.
Luego el aya sigue relatando al corifeo que Deyanira suelta el broche de oro de la túnica dejando al descubierto los senos y su costado izquierdo, toma un cuchillo de doble hoja y se lo clava entre el hígado y el diafragma.
La muerte en femenino y en masculino
Heracles llora como una mujer ardiendo dentro de la túnica de Neso.
Cuando Hilo le cuenta que su madre actuó de buena fe, Heracles, al escuchar la palabra Neso, se da cuenta, tarde, que aquel oráculo era verdad,
“morirás a manos no de un mortal sino de alguien que ha muerto”.
Y ya moribundo le dice a su hijo:
“ve pues que estoy llorando como una niña”.
La feminización de Heracles comienza cuando estaba esclavo de Onfalia quien lo viste de mujer y le hace hacer tareas de mujer.
Onfalia es ombligo, cordón umbilical y fecundidad. Nuestro héroe pasa del ombligo, a Hebe en el Olimpo, Hebe es juventud pero con acento hébe es una referencia a los órganos sexuales femeninos, todo un recorrido semántico por el cuerpo que nos habla de la feminización de Heracles, antes de morir y durante el proceso del morir. Heracles le hace jurar a Hilo que cumplirá sus promesas y al mismo tiempo lanza una imprecación: será impío si no cumple y los dioses lo castigarán. El juramento y la imprecación van de la mano semántica en la arqueología del lenguaje y es el deseo religioso de lo bueno sacro y de lo malo, infernal.
Las últimas palabras de Heracles van dirigidas al alma le ordena que sofoque
sus gritos y que, poniendo grapa de acero en su boca, cumpla una acción gozosa, aunque
involuntaria. El ya es alma, no siente más el cuerpo. De alguna manera antes del rayo que lo sube al Olimpo, Heracles recupera la masculinidad, la categoría de héroe.
Es decir luego de la feminización de la muerte, cuando llora como una mujer, recupera su condición de héroe sufriente, que ya no emite ninguna queja.
Deyanira y Heracles que habían vivido en mundos diferentes, opuestos,
casi incompatibles hasta entonces, también obran de modo diferente en el momento
supremo de la muerte. Aquélla se suicida como resultado de una decisión privada, personal, actuando a la manera varonil propia de un héroe homérico; éste manda que lo quemen en una pira, ante varias personas y está dando órdenes hasta el final; su muerte, incinerado, habrá de ser un acto público, no privado y el rito de iniciación hacia la apoteosis.
Δῃάνειρα: en griego es la que mata al marido o a los héroes, ya se observó que muere a su vez, masculinamente, clavándose un puñal en le lecho matrimonial.
Heracles pedía a gritos que lo pasen a cuchillo, pero nadie se animó.
Eurípides, en su Hércules, deja barruntar que en realidad la locura de Heracles presa de la cuál mata a su esposa Megara y a sus hijos, es por el mal ctonio, luego de su último trabajo, el descenso a los infiernos. El contacto desde la cuna con pasados elementos ctonios, van minando la resistencia de Heracles hasta conducirlo a la muerte.
Muere de mal ctonio, por alguien que ya murió.
Pero en el descenso a los infiernos s e encuentra con la sombra de Meleagro quien le cuenta su triste final y Meleagro le hace prometer a Heracles, que se casará con su hermana, la bella Deyanira, instrumento de los ctonios por su condición de mujer, que está en contacto con las fuerzas de Gea y que por eso sabe de filtros, aunque en esta ocasión es una portadora involuntaria, pero permeable a esas fuerzas.
Conclusión
Puede comentarse que Traquinias es una tragedia bajo el signo de Afrodita, es decir atravesada por el deseo erótico, que conduce a Heracles a la muerte.
La obra se desarrolla, por deslizamientos de velos es decir desde una ignorancia total hacia la comprensión de las acciones.
Por eso todo es un darse cuenta, tarde: Deyanira, se da cuenta, tarde, del filtro como veneno, Heracles, que el fin de los trabajos será su muerte deseo erótico lo conducirá a la muerte; Hilo que su madre actuó de buena fe, fue instrumento del centauro Neso
La voz de los oráculos muestran tarde la verdad.
Y el poder de Eros sobre los hombres que no pueden luchar cuando se apodera de súbitamente de ellos.
“Las fuerzas irracionales en forma de monstruos, como las ctonias (hidra, Equidna Tifón Cérbero), son un ejemplo de la potencia, hostil a la razón como lo es el deseo erótico”.
Autor:
Marcelo Ocampo
BIBLIOGRAFÍA
DOUTELERO Ester: El léxico y el tema del amor en “La Traquinias” de Sófocles http://www.ucm.es/BUCM/revistas/fll/11319070/articulos/CFCG9797110195A.PDF
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LÓPEZ FÉREZ, Juan Antonio Deyanira y Heracles en Sófocles. La esposa y el héroe: dos mundos opuestos Autores: Revista:Cuadernos de Filología Clásica . Estudios Griegos e Indoeuropeos, 2007; 17 Página(s):97-143 ISSN:11319070.
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