jueves, 24 de junio de 2010

La guerra en el cielo de la Antigua Grecia

Mitos cosmogónicos

Fall of the Titans
Cornelis Cornelisz. van Haarlem

“Durante la lucha entre los inmortales, retumbó horriblemente el inmenso poto, crujió la tierra, gimió estremecido el anchuroso cielo y tembló el vasto Olimpo desde lo mas profundo” (Hesíodo)

Los mitos de cosmogonía tratan la formación del mundo, se refieren a la separación inicial del cielo y de la tierra y a la sustitución de los dioses primitivos de la naturaleza por Zeus y sus descendientes.

Urano no se separa de Gea hasta que Cronos lo castra, Cronos se convierte en rey pero sigue tragándose a sus hijos engendrados por Rhea hasta que Zeus es salvado y desplaza a Cronos.

El mito de Urano es una versión especialmente violenta del mito arcaico de la separación del cielo y la tierra. Es un mito ampliamente difundido y comprobado en varias culturas. Es el conflicto entre las generaciones divinas y la lucha por la soberanía.

Después de castrar a su padre, Urano que se retira del mundo maldiciendo a sus hijos, Cronos, el jefe de los titanes, se instala en su lugar, toma como esposa a su hermana Rhea y tuvieron una numerosa prole: Hestia, Demeter, Hera, Hades y Poseidón. Sabía por Gea que estaba condenado a sucumbir por los golpes de su hijo y por ello los devoraba apenas nacían. En la primera generación de dioses, Gea mantenía ocultos a sus hijos dentro de su vientre, pero Cronos se los tragaba sin masticar y los mantenía ocultos de su barriga.

Frente a esta espantosa situación que impide el nacimiento del luz, Reha, siguiendo el consejo de Gea cuando iba a parir a Zeus, el último de sus hijos, se marchó a la isla de Creta y ocultó al niño en una gruta de difícil acceso al cuidado de las náyades y de los curetes o sacerdotes de Zeus, ellos bailan descalzos las danzas guerreras en la entrada de la cueva para que Cronos no escuche el llanto del niño-dios. Regresa con una piedra envuelta en los pañales y la dio a Cronos que se la tragó, creyendo que era Zeus, quien crecía en Creta y cuando se hizo grande y fuerte, enfrentó a su padre Cronos, a quien obliga a vomitar a sus hermanos. El provocador del vómito era una especie de filtro emético sugerido por la magna Gea a su hija Rhea; liberó así a sus hermanos y se arma la guerra: de un lado Cronos y los dioses titanes, en el monte Otris, del otro lado en torno de Zeus, se agrupan los crónidas, en lo alto del Monte Olimpo.

Esta guerra duró diez años mayores, un tiempo enorme dado que cada año mayor dura entre cien y mil años Uno solo de los titanes no participa de la guerra, o se pasa del lado de Zeus, Prometeo quien será luego el benefactor de la humanidad. Los cíclopes, le dan le rayo a Zeus y con esa arma letal mas la ayuda de los poderosos Hecatonquiros, pudo imperar sobre inmortales y mortales.

Los dioses vencidos son encerrados en el Tártaro, donde reina el caos, no hay tiempo ni formas, donde la luz no llega. Poseidón construye una gran muralla y los Hecatonquiros, son los carceleros de los titanes vencidos.

La soberanía de Zeus instaura un nuevo orden en el cosmos reparte la tierra entre sus hermanos y administra la justicia divina. Pero debe mantener la luz, el orden y para ello se casa con su hermana Hera, en una suerte de matrimonio por conveniencia, ya que logra unir elementos celestes y elementos ctonios, justamente el lecho nupcial está en el jardín de las Hespérides un centro del mundo que representa la alianza entre el cielo y la tierra.

Interpretación mito semiótica de la lucha cosmogónica

Teseo y el Minotauro.Mosaico

Michael Yevzlin, el autor de El jardín de los monstruos, es un seguidor de la escuela semiótica de Moscú. En efecto, el autor basa sus interpretaciones, en buena medida, en el mito fundamental de las tradiciones indoeuropeas (la lucha entre el dios celeste y su adversario ctonio). Es un análisis mediante signos objetivos de procesos cosmogónicos como rupturas en dicho proceso o bien como irregularidades rituales entre dioses y hombres, que dan origen los monstruos como residuos ctonios. (Minos olvida un sacrificio a Poseidón y en venganza éste hace salir al toro del mar y Pasifae, su mujer se enamora del animal y pare a Asterión Minotauro).

En resumen, la posibilidad que queda a interlocutores que no se entienden es de reconocerse como miembros de grupos lingüísticos diferentes y de volverse entonces traductores.
T.S.Kuhn (La estructura de las revoluciones científicas)

semiótica.
(Del gr. σημειωτική).
1. f. semiología ( estudio de los signos en la vida social).
2. f. Teoría general de los signos.
semiótico, ca.
1. adj. Perteneciente o relativo a la semiótica, y al punto de vista adoptado por ésta. Es decir, se trata de la semiótica como signo lingüístico o la relación entre significante (palabra hablada) y significado (representación mental de la expresión lingüística). El signo lingüístico es la relación entre significante y significado. Se propone que la semiología sea el continente de todos los estudios derivados del análisis de los signos, sean estos lingüísticos (semántica) o semióticos (humanos y de la naturaleza)

El monstruo tiene una naturaleza cosmogónica, la palabra latina “monstrum” es signo, pero también es señalar, indicar; es decir una polisemia de significado con algo grado de semioticidad, en la cuál, el monstruo señala, genera una diversidad, una tensión semántica y esto genera en el mundo niveles ontológicos por encima (dioses) (elemento cósmicos) y por debajo (hombres).

El árbol por ejemplo, tiene una relación unívoca entre significante (la palabra y el significado la representación mental de la categoría árbol). Pero aun así no es unívoco porque si uno piensa en el árbol genealógico, entonces es multívoco.

La diversidad de monstruo en tanto tal, no es unívoca, puede tratarse de Gea, de gigantes, de titanes, o de criaturas que, por carecer de un espacio abierto, nacen de la tierra con cola de serpiente, cabeza de toro con cuerpo de hombre o de mujer, con alas, es decir elementos unidos por falta de espacio. Por lo tanto, el monstruo puede estar formado a partir de de una multipicidad de órganos humanos o con falta de alguno de ellos; como también por la unión en un mismo cuerpo de elementos diversos.

El monstruo se forma así porque en el locus que habitan el Chthon, carecen de espacio o se trata de un espacio cerrado, y cuando salen a la luz, es decir cuando se forma el cosmos, nacen y salen al mundo con su monstruosidad.

En esta interpretación mitosemiótica, el monstruo no es un producto de la fantasía sino un supersigno que indica momentos críticos en el proceso comos-teogónico o aberraciones en la esfera del ritual. La lucha en el cielo es la lucha entre dioses y monstruos, hermanos que tienen un vientre común, la Tierra, el monstruo portentoso por excelencia. De esta lucha va a depender el proceso cosmogónico que muestran todas las mitologías. Los monstruos van a intentar cerrar el espacio, clausurar la apertura para volver a un centro de gravedad ctonio.
Por otro lado los dioses, van a intentar mantener el orden cosmogónico.

MONSTRUOS EN HESÍODO

Las musas le cantaron a Hesíodo al pié del monte Helicón, mientras apacentaba corderos, le coronaron con un ramo de laurel e inspiraron a Hesíodo para cantar el linaje de los sempiternos dioses, Así cantaban a Zeus con dulce voz el origen de las deidades de la tierra del cielo y el nacimiento de los gigantes y de la raza de hombres. Las musas eran las 9 hijas que Zeus tuvo con Mnemosine, cantaron al poeta el origen de las cosas. Así el autor de la Teogonía, gracias a esa inspiración, canta el nacimiento de dioses y de monstruos como un único proceso generativo.

“En primer lugar surgió el Caos, tras él la tierra (Gea) la de ancho pecho,
cede siempre segura, de todos los inmortales que poseen la cumbre del nevado Olimpo y el tenebroso Tártaro en el interior de la Tierra de anchos caminos”

En este contexto, el Tártaro es el gran abismo en el interior de la Tierra y “chthón” es la profundidad, el cuerpo o vientre. Chthón es el lugar donde nacen y donde se esconden los monstruos que son por esto seres ctonios.

Urano escondía a los hijos de Gaia en su vientre, se iban acumulando y cuando ocurre la castración de Urano por Cronos, salen a la luz, como resultado del proceso cosmogónico y los embriones se desarrollan a la luz.

En este proceso cosmogónico, la castración significa la rescisión de contratos entre el cielo y la tierra. Así se crea la luz, el espacio entre ambos.

La mitología mesoamericana de los aztecas es similar: los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, bajan a la diosa a la tierra, ella tenía ojos y bocas en las articulaciones, antes estaba el agua y era necesario hacer la tierra. Entonces los dioses se convirtieron en serpientes y agarrando a la diosa por los miembros, jalaron y la partieron en dos, de la mitad de los hombros hicieron la tierra y el cielo de la otra mitad y del espacio se fueron formando todas las cosas del mundo.

De las Grayas, Hesíodo dice que eran canosas desde su nacimiento, esto significa hermanas siempre viejas, atemporales. Las Gorgonas vivían en un posición fronteriza gravitando mas allá del Océano, o sea en el no-espacio.
EL Océano rodea la tierra y de él salen los ríos, como el Estigia, que mana de la roca de inaccesibilidad.

Heracles, Euristeo y el can Cerbero

Lugar de los Monstruos: los mayores viven fuera del mundo, mas allá del Océano o debajo de la tierra: Gorgonas, Gerión el perro Orto y Euritión viven en la isla Eritea, mas allá del Océano, fueron muertos por Heracles en su 10mo trabajo .

Los monstruos menores, tienden a desplazarse hacia el mundo: Hidra de Lerna, La esfinge en Tebas, el león de Nemea. Tifón.
La cosmogonía de Hesíodo se resume diciendo que el espacio caótico se forma del cuerpo primordial que contiene el germen de todas las cosas, las formas productivas son los dioses y las improductivas los monstruos.
La función de los dioses es eliminar o neutralizar a los monstruos para mantener el orden cósmico.

Tifón, el gran monstruo Poscosmogónico

Gea concibe uniéndose al Tártaro, al mayor monstruo poscosmogónico: Tifón, el más joven de sus hijos: “salían de sus hombros cien serpientes, que dardos lanzaban con sus negras lenguas. De los ojos de sus cien prodigiosas cabezas, centelleaba el fuego debajo de las cejas… distintos tonos de voz había en las temibles testas que varias lenguas fantásticas dejaban oir”.

Zeus como dios soberano debe enfrentar al monstruo que amenaza el orden cósmico. Zeus vence a Tifón con sus rayos y truenos y lo entierra debajo del monte Etna, en Sicilia. En la versión de Hesíodo, Zeus es capaz de vencer solo a Tifón, en Apolodoro necesita ayuda.
Tifón era tan alto que con su pelo barría las estrellas con sus brazos extendidos tocaba oriente y occidente y vence a Zeus en el primer round, encerrándolo en lo alto de una montaña y cortándole los tendones para que no pueda huir.

Hermes, que en este asunto cumple una función cosmogónica, mediante un engaño, coloca los tendones al terribilísimo y lo libera, acá sí en el segundo round, Tifón es vencido.
De esta manera el orden cosmogónico está asegurado, pero no se sabe por cuánto tiempo porque Tifón está enterrado, pero no está muerto y la tierra sigue pariendo monstruos.
Hydria-kalpis ático (siglo V a. C.)
J. Paul Getty Museum, Malibu

Interpretación desde una filosofía de la religión

Eugenio Tías, en su libro pensar la religión, reconoce una evolución diacrónica desde salto de la magia a lo sagrado, de la hybris mágica a la terrible magnificencia; esto es, la ruptura con la magia, la comprensión dolorosa y trágica, porque ese dato sagrado es inmanejable y no sirven sacrificios, ni escenificaciones rituales o dramáticas para dominarlo. (arcaica, antes de la religión del padre).

Se pueden distinguir 3 principios religiosos: el primero, el dato sagrado, es la tierra fecunda las fases de la luna los ciclos reproductivos, los terremotos, el ciclo Eros-Tánatos. Es un principio materno, (Gea, Deméter, Cibeles). El segundo principio formal es la ley del padre, que viene a poner orden al primer principio (Zeus Amon Ra Shiva, Dionisos), viene a desmalezar la tierra (Heracles). La ley del padre que somete a la Magna Diosa, da forma orden y ley al substrato salvaje. El tercer principio que viene a arrancarnos de esta prisión de venas hambrientas, es la figura del enviado a través del cuál se traza una senda como la senda entre el par de opuestos, se vuelve al cerco hermético, al gran banquete final, a una escatología organizada atributos propios de la religión moderna, pero que se vislumbran en las religiones anteriores (Shiva, Dionisis, Himnos Orficos Trismegistos).

Nietszche decía que el hombre es esbozo, fragmento y espantoso azar, en relación con el superhombre, el gran anhelo el objeto de deseo, la articulación de esas partes fragmentadas.
La religión actual, fragmentada, cada una con un centro tonal, con una verdad revelada de manera parcial, se parece al hombre de Nietszche.(el descenso del Corán, la encarnación del hijo de Dios y su muerte como expiación de los pecados y la resurrección de Cristo). Entonces sería posible pensar la religión desde el homo religiosus, es decir un hombre que pretende una religión universal, la religión del espíritu, una escatología final compartida.

Esto sería posible, si se considera al hombre como el ser del límite, es decir, el límite del mundo que es el límite del lenguaje, por tanto el ser es el límite como categoría ontológica. Lo que está mas allá no se conoce y es el círculo hermético o sagrado y lo que está mas acá en el mundo es el entre el círculo del aparecer. Aquello que está más allá de toda comprensión y se revela (revelación simbólica) a través del símbolo en el círculo del aparecer, un tercer conjunto entre ambos. Es el lugar de la experiencia religiosa en forma dramática o ritual, literaria o mitológica, la revelación fragmentaria del misterio de lo sagrado. El mito es entonces una exégesis narrativa del símbolo.

Autor: Marcelo Ocampo

Bibligrafía

HESÍODO. La Teogonía. (Fontana)

HOMERO La Ilíada, Terramar

JACQUENOD, R. Diccionario de Mitología. (Salvat

NIETZSCHE, F. El origen de la tragedia (Caronte Filosofía)

Diccionario de la real academia española. http://buscon.rae.es/draeI/

PABÓN DE URBINA J. Diccionario Manual Griego español Vox.

TRIAS, E. Pensar la religión (Altamira)

VERNANT, JP. Érace una vez…El universo, Los dioses, los hombres. Fondo de Cultura Económica

YEVLIN M. El jardín de los monstruos. (Biblioteca Nueva)

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