lunes, 22 de diciembre de 2008

LOS MISTERIOS DE ELEUSIS




Relieve de Deméter,PerséfoneyTriptólemo.
Museo arqueológico de Grecia

A partir de la lectura de la obra épica de Homero, desconsolador es el destino que aguardaba a los mortales tras su entrada en el Hades; convertirse en tristes sombras de lo que fueron en vida. (Raquel Martín Hernández).

Feliz aquel que tras haber visto aquellas cosas se encamina bajo tierra. Pues conoce el final de la vida, conoce el principio dado por Zeus (Píndaro)

1.- Religión oficial y privada.
Según Bernabé (2002) en la antigua Grecia, por un lado se profesa la religión estatal, la de la polis, que es pública y de ritos colectivos, con origen de carácter poético, sin una casta sacerdotal y sin la existencia de libros sagrados. Sus ritos y sacrificios sirven como elemento de cohesión social, integran al individuo en la comunidad. Su práctica no puede ser rechazada, su omisión implica incurrir en un delito perseguido por las leyes civiles. Son cultos ligados a valores sociales, morales y políticos. Los poetas, con un discurso explícito, invocan la presencia y autoridad de las deidades. Los artistas esculpen los dioses y son expuestos en templos abiertos a la comunidad o directamente en espacios públicos. Dichas esculturas representan deidades diseñadas a imagen y semejanza de los mortales humanos. Es así entonces que, si queremos saber de la cosmogonía y de la vida de los dioses, debemos acudir a Homero y a Hesíodo. Dice Tertuliano, escritor cristiano convertido desde el paganismo: “La religión pagana pone su fe en los poetas, y en algunos casos organiza sus propios rituales de acuerdo con los poemas”.
Por otra parte está la religión privada, que no se contrapone a la anterior sino la complementa. Es otra forma de vivir el fenómeno religioso a través de ritos mistéricos. Su contenido no es explícito y sólo se devela con su práctica. Los misterios Eleusinos forman parte de esta religión privada. Al ser de carácter privado y estar prohibida la divulgación de lo que allí sucedía, no es mucha ni confiable la información que se cuenta. Estos ritos están más ligados a valores místicos y cosmológicos y cuestiones asociadas a la naturaleza y según Cross (2007), intentan dar respuestas más profundas a las inquietudes humanas básicas, que la religión oficial. Expresan la religión en su esencia más pura, sin ningún contenido intelectual.
Según dice Kerényi, citado por Cross (2007) el origen del término “Mysteria”, como también de “mystes”, proviene del verbo múein, “cerrar los ojos o la boca”. Mystes, es entonces aquel que recibe iniciación y debe cerrar los ojos, como si retrocediera hacia su propia oscuridad. Pero ese entrar en la oscuridad, no tiene un sentido tenebrosos o siniestro, sino más bien festivo, ya que la experiencia no se detiene en ella, más bien la oscuridad será la portadora de la nueva luz. El elemento de lo secreto y lo oscuro (son nocturnos) se contrapone con la apertura de los cultos de Estado. Para la revelación de la verdad sagrada, es necesario previamente sumergirse en la oscuridad (es necesario morir para dar paso a una nueva vida).
Según Paez Casadiegos, (2008) los rasgos generales de los ritos mistéricos son:
1.- La existencia de un mytho que los sustente
2.- La presencia de un conocedor y divulgador de saberes hieráticos (relativo a las cosas sagradas): hierofante o sacerdote.
3.- Un recinto sagrado donde se llevan adelante las prácticas mistéricas (telesterion)
4.- Un elemento con valor votivo- sacrificial (lechón)
5.- Un enteógeno (cyceon) sustancia de origen vegetal que al ser ingerida en el contexto del ritual provoca alteraciones en las percepciones sensoriales, permitiendo el surgimiento de la epifanía o visión divina.
Según Bernabé (2002) las características generales de los misterios son:
1.- Hay una iniciación. En Eleusis sólo podían solicitarla los adultos (hombres, mujeres y esclavos) que supieran hablar griego.
2.- Se acompañan de mitos en los cuales los dioses sufren, incluso mueren para luego experimentar la resurrección y gloria. Las diosas de los misterios son deidades ctónicas, representantes de un régimen ancestral, en el cual las figuras femeninas tienen un rol fundamental, debido a su vínculo simbólico con las manifestaciones vitales de la naturaleza, con las regularidades cíclicas, ligadas a la reproducción y a la fertilidad. En los misterios de Eleusis y en otros festivales dedicados a Deméter, las mujeres ocupan el espacio público, espacio que en tiempos profanos, les estaba restringido. La mujer es quien manda en cuestiones misteriosas de la naturaleza. Incluso en algunos festivales dedicados a Deméter (Tesmoforias) asistían exclusivamente mujeres, y por tres días los hombres eran desplazados de los Tribunales y del Consejo.
3.- Un fuerte componente agrario, en este caso, el mito que lo sustenta está relacionado con los ciclos de la naturaleza. Además forma parte del rito, la ingestión de productos del campo, como vino y cebada. Los griegos creían que la evolución no era un proceso estable y que los granos que eran comestibles y formaban la base de la alimentación, habían evolucionado de plantas no comestibles. El hombre con la práctica de la agricultura y su consiguiente sedentarismo, había conseguido la transformación de la semilla en árbol dador de frutos. Pero había que cuidar ese logro, ya que se podría involucionar nuevamente hacia especies incomestibles y el reinado de las bestias. Los misterios recrean el mito del cultivo de las gramíneas, el inicio de ese buen comienzo de la civilización; y explican el misterio de ese continuo ciclo vital.
4.- Un fuerte componente sexual, el culto es una exaltación de la vida y se llega incluso a la exhibición de genitales.
Para ambos autores la existencia de un mito es indispensable.

2.- El mito. El fin justifica los medios? EL rapto de Perséfone será el desencadenante de un nuevo ordenamiento del cosmos?
Deméter es hija de Cronos y Rea (esposos y hermanos, hijos de Gea y Urano) y hermana de Zeus, Hera, Hestia Poseidón y Hades. Mientras que Rea es considerada la madre universal, Deméter es la madre nutricia y proporciona los cereales, con los que se alimentan los humanos. Su personalidad es muy distinta a Gea que es la tierra en su matíz cosmogónico, mientras de Deméter es la tierra cultivada. Es evidentemente una diosa madre, ya que -meter en griego significa 'madre', pero se discute madre de qué, esto es, qué significa el Da- inicial. Los antiguos creían que da- era una variante de ga-, por lo que significaría la "madre tierra", pero parece más bien una etimología popular. Aunque se encuentra dentro del panteón olímpico, da la impresión de hallarse en él un poco de prestado, más enraizada en cultos populares y agrarios. No aparece mencionada en las tablillas micénicas, y Homero apenas la menciona. De su relación con Zeus nació su hija Perséfone la cual está íntimamente relacionada con el mito de Deméter.
La fuente más importante para la explicación de este mito es el llamado Himno homérico a Deméter, que no tiene de homérico más que el nombre y el hecho de estar escrito en el mismo tipo de métrica y lengua que los poemas homéricos. Es una obra muy antigua, tal vez del s. VII a. C. En él se narra cómo Perséfone se convierte en señora de los infiernos. De acuerdo con un plan trazado por Zeus, mientras Perséfone juega con otras muchachas a orillas del Océano (algunos dicen en Sicilia) encuentra una atractiva flor de narciso con gigantes e incontables pétalos. Atraída por su singularidad la doncella intenta arrancarla y es ahí cuando la tierra se abre y es raptada por Hades y llevada al inframundo en su carruaje de oro tirado por negros caballos. Cuando Deméter advierte que su hija ha desaparecido, indaga a los dioses por su paradero. Por fin el Sol, testigo de excepción de cuanto ocurre sobre la tierra, la informa de lo sucedido, le explica que el elegido para cometer el rapto es el ilustre Hades, divinidad muy antigua y a su vez tío de la doncella.
Deméter sabe que mientras la comunicación entre el Olimpo y la tierra está abierta, no existe comunicación alguna entre el cielo y el infierno. Si Hades atraviesa esa frontera es porque Zeus se lo permite y lo hace abriendo un camino que luego vuelve a cerrarse. Una prueba de ello es que Deméter no va al mundo subterráneo a buscar a su hija, sabe que está condenada a no volver a verla. Desesperada e irritada, abandona el Olimpo y la busca incansablemente de día y de noche con ayuda de antorchas, durante nueve jornadas sin siquiera alimentarse. Llega a Eleusis disfrazada de anciana campesina, se detiene en un pozo a beber agua, es encontrada por unas jóvenes y termina siendo aceptada en casa del rey Céleo y su esposa Metanira. Allí se encargará de ser la nodriza de un hijo recién nacido, Demofonte, quien tenía problemas de salud.
En la casa, una criada llamada Yambe consigue con sus gestos alegrar momentáneamente a Deméter y logra que acepte beber una bebida llamada Ciceó, compuesta de agua, harina de cebada y poleo (menta aromática). Deméter cría al niño Demofonte de una forma peculiar, lo alimenta de día con néctar y ambrosía y por la noche lo pone al fuego para quemar su parte mortal. Intenta recuperar la hija perdida inmortalizando a Demofonte, fabricando un nuevo dios. Este acto se interpreta como una gran violación al orden impuesto por Zeus el cual requiere la más estricta separación de dioses y hombres. A su vez la madre del niño la espía y al ver lo sucedido grita angustiada. Deméter deja al niño y renuncia a convertirlo en dios (en la versión más antigua, lo deja que se queme).
Se le ocurre entonces una segunda acción para conseguir recuperar a su hija, pide a los humanos que le erijan un templo y una vez construido, se refugia en él, irritada, y deja de propiciar el crecimiento de la vegetación, con lo cual rompe completamente el orden de las cosas. Los hombres pasan hambre y los dioses no reciben ofrendas ni sacrificios. Es ahora ella quien detiene la comunicación existente entre la tierra y el mundo de los dioses. Se arriesga quedándose totalmente sola, sin los dioses, que no la ayudan y sin los mortales a los cuales no les entrega cosechas y están en plena carestía. Zeus se decide a ensayar una conciliación y envía a Hermes para intentar la liberación de Perséfone. Por fin, se llega a un acuerdo: Perséfone volverá una parte del año con su madre, pero pasará otra con su marido Hades quien le ha dado a probar semillas de granada (aquel mortal que comiera algún fruto del mundo subterráneo ya no podía regresar al mundo de los vivos). Al haber comido sólo unas pocas semillas, deberá estar en el infierno un tiempo proporcional a dicha acción y podrá regresar al mundo de los vivos sin haber trasgredido la ley del inframundo. Es por eso que año tras año, cuando Perséfone regresa, Deméter vuelve a cubrir la tierra de flores y frutos. Ante la alegría del retorno de su hija, la energía vital vuelve a fluir y la vida se multiplica como símbolo de amor y encuentro.
Una vez conseguida la reconciliación, Deméter instaura los misterios y vuelve al Olimpo. El orden se ha reestablecido y fortalecido, los movimientos cíclicos de Perséfone aseguran el vínculo ordenado entre los tres mundos: celeste, terrenal e infernal.
También aparece en el mito la transición desde la doncella a la mujer – esposa. Al unirse a un dios infernal (de los muertos) este ciclo de juventud-madurez, está muy relacionado con el de la vida y la muerte. Será Perséfone la diosa del tránsito entre esta vida y la otra y la que regirá los destinos de las almas en el otro mundo. Será Eleusis, la ciudad testigo de estos acontecimientos, el templo donde los humanos podrán comprender la historia y organización del mundo y el papel que los hombres tienen en dicha organización. En uno de los himnos órfico, el dedicado a Hades se nombra a Eleusis como la ciudad donde están las puertas de Hades.
Una versión posterior del mito nos dice que la agricultura no existía y Demeter es informada por Triptólemo (hijo de los reyes de Eleusis) del rapto de su hija por Hades. Como agradecimiento de la noticia, Deméter le regala un carro alado tirado por serpientes y le enseña el arte de la agricultura, símbolo de la civilización. Esta versión, rescatada por Sófocles en su obra Triptólemo va bien con los intereses de los atenienses quienes se erigen como el foco de irradiación de la agricultura y la civilización.

3.- La celebración de los misterios durante algo más de un milenio de culto.

Triplemente dichosos aquellos de entre los mortales que,
habiendo visto estos misterios, entran en el Hades;
sólo a ellos, allí se les concede la vida,
mientras que para los otros, allí, todo son males. (Sófocles)

Si bien la mayoría de los autores citan a finales de la edad del Bronce, durante el período Micénico (1500-1425 A.C.) como la época donde comienza la celebración de estos misterios, las fuentes epigráficas y la iconografía nos sitúa en el siglo VI A.C. durante la tiranía de Pisístrato (560 A.C.) como el período a partir del cual el culto de Eleusis es controlado por el estado. Ya a finales de la Edad Oscura (1125-1050 AC) comienza la conformación de las “polis” entre ellas Atenas la cual intentaba tener un gran control y poder unificador sobre las regiones perisféricas, entre ellas Eleusis. A dicho proceso se oponía Megara, ciudad rival de Atenas en el plano comercial y marítimo, que pretendía idénticos fines expansionistas y que ya tenía poder sobre Eleusis y la isla de Salamnia. La práctica en Eleusis de un culto mistérico de gran arraigo en la población y elevado prestigio, favoreció un marcado interés por parte de Atenas para controlar dichas celebraciones. Diodoro (s.I A.C.) asegura que el prestigio de los rituales eleusinos se basaba en su gran antigüedad y en la pureza del ritual. A pesar de que la sociedad griega del momento casi excluía a la mujer de la vida pública y el dominio masculino era innegable, también lo es el hecho de que estas deidades ctónicas son las más primitivas, representan un régimen ancestral, los albores del sentimiento religioso, y si retrocedemos en la genealogía divina todo comenzó con la unión de Gea (la tierra de ancho pecho) y Nix (la negra noche) ambas femeninas. Los misterios eleusinos, conformaban en este contexto, una opción para revalorizar una forma de organización social donde la mujer tenía un rol fundamental por su vínculo simbólico con las manifestaciones vitales de la naturaleza en forma de fertilidad-reproducción-regularidades cíclicas.
En el 590 A.C. hay una ley de Solón que regulaba un asunto de los Misterios, lo cual indica que ya en aquel tiempo las decisiones sobre Eleusis se tomaban en Atenas. Existen muchos decretos reguladores de la Asamblea ateniense, que muestran hasta qué punto era evidente la tutela de las instituciones sobre este fenómeno religioso. Pericles (495-429 AC) fue capaz incluso de liquidar con superávit los presupuestos durante periodos largos, y aprovechar que Atenas atrajese no sólo a hombres de negocios, vecinos y curiosos sino a un millar largo de peregrinos -entre los cuales no faltaban reyes y otros notables- llegados de todo el mundo para iniciarse cada año en Eleusis. Pericles redondeó el esplendor de estas ceremonias, presentando la llanura ateniense como origen del cereal granado y, en consecuencia, de la civilización.
Por otro lado, existen comprobaciones arqueloógicas de su práctica a partir del siglo VII AC. El santuario fue destruido por los godos al mando de Alarico, en el año 394 D.C. unos años después de la prohibición del rito por parte de Teodosio.
Una amplia mayoría de filósofos y escritores fueron iniciados en Eleusis. Entre ellos figuran Platón, Aristóteles, Sócrates, Píndaro, Sófocles, Aristófanes. Según Aristóteles, los iniciados no estaban ahí para aprender nada, debían sufrir, sentir, experimentar ciertas emociones y estados de ánimo. La iniciación no sigue las leyes del pensamiento discursivo, es obre todo una experiencia anímica inolvidable que produce per se una cambio de mentalidad. Según Sóprato (rétor del IV D.C.) la experiencia es una “salida de uno mismo” para sentirse integrado a una realidad más amplia. Según Crinágoras (autor de la época de Cristo) no es una experiencia desenfrenada como la dionisíaca, es una sensación de comunidad con otros y sobre todo una liberación. Algunos se preguntan ¿habrá sido una revelación eleusina la que llevó a Platón a concebir un mundo de las ideas donde todo era perfecto, un mundo de esencias que se revelaba en oposición a éste de imperfectas materializaciones? Heracles es uno de los personajes que más aparece citado en la literatura como iniciado en los misterios de Eleusis. Su iniciación habría ocurrido antes de emprender la captura de Cérbero. Según el relato de Eurípides, Diodoro Sículo y Apolodoro, Heracles se inicia en los misterios antes de partir al Ténaro para entrar en el Hades y traer al mundo de los vivos al perro de tres cabezas. Parece claro que su objetivo habría sido contar con información sobre el Más Allá lo cual le garantizaba un trato privilegiado por parte de la reina del mundo subterráneo. Hay también relatos de ciertos milagros ocurridos como el de Eucrates, que era ciego y recuperó la vista según cuenta un relieve conservado en el Museo de Atenas.

3.1 Espíritu de las celebraciones. Eleusis “simulacro del más allá”
Según E. Rohde, “sólo a los iniciados les ha sido concedido vivir en el Hades una vida verdadera; al resto de los hombres no les esperan más que males infinitos”. Como bien indica dicho pensador alemán, “en Eleusis no se adquirió la convicción sobre la inmortalidad del alma como tal, de acuerdo con su propia naturaleza, lo que se aprende en Eleusis no es que las almas viven cuando se separan del cuerpo, sino cómo será ese vivir”.
Los misterios eleusinos celebraban el regreso de Perséfone, pues éste era también el regreso de las plantas y la vida a la tierra. Perséfone había comido semillas (símbolos de la vida) mientras estuvo en el inframundo (el subsuelo, como las semillas en invierno) y su renacimiento es, por tanto, un símbolo del renacimiento de toda la vida vegetal durante la primavera y, por extensión, de toda la vida sobre la tierra.
Dicha experiencia era considerada como la más importante que podía vivir un ciudadano ateniense y al parecer, aseguraba una mejor vida y una mayor tranquilidad luego de la muerte. El pasar por una experiencia límite en la cual está la muerte presente y el poder escapar de ella, permitiría tener una vida no tan cargada de temores y una muerte más sosegada.
Las iniciaciones mistéricas ofrecieron a los hombres de la antigüedad una esperanza de salvación, la ilusión de que tras lo inevitable, se podía gozar de una vida dichosa en compañía de los dioses o de un estado privilegiado por el simple hecho de haber sido partícipes de una serie de rituales. Fueron el consuelo espiritual de los antiguos griegos durante dos mil años. Cada mista comprendía, quizás por medio de visiones, cuáles eran los castigos que existían en el Más Allá para aquellos que no estaban iniciados y qué premios esperaban a quienes completaban la iniciación.
Según M. Eliade hay dos modos de muerte y resurrección mística en la iniciación; el fácil y el dramático. El renacimiento fácil consistiría en la simulación de un nuevo nacimiento del iniciado a través del útero de la madre, la Madre Tierra en gran número de ocasiones, representado por una cueva o choza. En el dramático, el que más nos interesa en estos momentos, el iniciando experimenta su propia muerte e, incluso, es tratado por los demás como un difunto. En su condición de muerto, quien sufre la experiencia iniciática ve el mundo del Más Allá y conoce los misterios de la muerte. Cuando renace por medio de estos rituales la experiencia lo convierte en un ser nuevo y le permite ir a la muerte verdadera con un conocimiento anterior que le ayudará a obtener un mejor destino póstumo. Plutarco (s I-II D.C) describe en un fragmento que cuando el alma llega al trance de la muerte, sufre una experiencia como la de quienes participan en las grandes iniciaciones. Por eso se parecen tanto la palabra morir “teleutan” y iniciarse “telesthai”. Eleusis proporciona, para aquellos que participen en sus ritos, la consecución de una feliz estancia en el Más Allá junto a Perséfone. Ofrece a sus acólitos la esperanza de una vida ultraterrena mejor.

La finalidad de la iniciación parece ser la de mitigar los temores de los hombres hacia la muerte, lo que no se tiene tan claro es cómo se infundía valor a los mistas. La lectura de ciertos textos en los que se aclarase el destino feliz de los iniciados y las penas que sufrirían aquellos que no experimentaban la teleté, podría producir tal efecto. Sin embargo Píndaro expresa en su poema que el iniciado tiene conocimiento acerca del fin de la vida porque ha visto una serie de cosas en las iniciaciones. El perfecto del verbo “ver” es el utilizado para expresar la idea de conocimiento; sé porque he visto. Una posible visión ultramundana ocurrida en el transcurso de las iniciaciones, infundiría en el iniciado el valor para la muerte pues sabía qué le esperaba. La visión o experimentación de los terrores del Hades y el posterior renacimiento de los mistas como iniciados daría pleno derecho a aguardar una mejor suerte de su alma tras la muerte.
Pero varias son las dudas que aparecen en la traducción de algunos términos que lógicamente están cargados de mucho simbolismo y dentro de un contexto muy específico. Por ejemplo, en la versión órfica de un himno a Deméter que aparece en un papiro de Berlín, se cita una serie de rituales que estarían vinculados al espíritu de las celebraciones. Se nombra el sacrificio de cerdos negros, la acción de beber y aparece una palabra que es interpretada por algunos como “descenso”. Según Clemente de Alejandría y Asterio Amaseno (citados por Martín Hernández 2005) se hace referencia a un hierós gamos o unión sagrada entre el hierofante y una sacerdotisa. Probablemente los iniciados descenderían a una cámara nupcial y serían testigos de dicha unión. Según Hernández (2005) esa cita está más vinculada al simbolismo del descenso de Perséfone al mundo subterráneo y su posterior ascenso y reencuentro con su madre.

3.2 Desarrollo de los misterios
Según Bernabé (2002) la celebración comenzaba en Eleusis ó en un lugar del Agora de Atenas llamado Eleusinio. Cada mista (iniciado) portaba su cerdito que luego sería sacrificado. El día 13 del mes Boedromión (nuestro octubre) había una procesión desde Eleusis hacia Atenas. Los aspirantes llevaban íconos religiosos (Hiera) y cestas con espigas de distintos cereales y eran recibidos por los sacerdotes y magistrados. El “Archon Basileus”, juntamente con el hierofante y el “Dadouchos”, inauguraban formalmente las celebraciones e invitaban a participar a cualquier griego que estuviera libre de haber cometido homicidio y hablase griego. El Archon Basileus era un magistrado de Atenas, el hierofante era procedente de Eleusis y representaba la máxima autoridad religiosa de las celebraciones. Era descendiente de la familia de las Eumólpidas. Su nominación era de por vida y era quien revelaba a los iniciados los objetos sagrados. También decidía quién era aceptado para participar de los misterios. Podía casarse pero durante el festival debía permanecer casto. El Dadouchos era el portador de una antorcha.
El 14 los efebos llevaban los objetos sagrados desde Eleusis al Eleusinio de Atenas.
El 15 era el primer día de los rituales propiamente dichos. El hierofante practicaba una especie de ordenación de los iniciados y se sacrificaban los cerditos. Seguía una entronización, se sentaba al iniciado sobre una piel de carnero y en profundo silencio se lo velaba y purificaba por el aire (abanicándole) y con el fuego (acercándole una antorcha). Se pasaba sobre su cabeza una cesta mística. En realidad aun hay muchas cuestiones no descifradas por ejemplo se sabe que kiste y kalathos eran, respectivamente, un cofre y una cesta sagrados, con tapa, cuyos contenidos sólo conocían los iniciados. Aún hoy se desconocen cuáles eran, y probablemente nunca se sabrán.
El 16 los mistas se purificaban con un baño en el océano junto con los cerditos ya muertos, en el Falero (puerto de la antigüedad cuyo nombre fue tomado del arquero que acompañó a Jasón en la nave Argo, hoy es un poblado a 8 km de Atenas).
El 17 era la Epidauria. Se conmemoraba la llegada de Asclepio a los misterios (esta ceremonia apareció en el 420 A.C.) y consistía en una procesión nocturna en honor a Asclepio.
El 18 se descansaba. En algún momento del proceso que no es posible precisar los iniciados ayunaban y luego bebían el ciceó, que representa la dieta cereal, culta, frente al “canibalismo” de la dieta carnívora antes de que Deméter introdujera el cultivo de los granos.
El 19 y 20 (Escolta de Yaco) regresaban en procesión desde el Cerámico (cementerio ateniense) a Eleusis por la Vía Sacra, llevando ramas, danzando, algunos usaban máscaras y hasta gritaban frases obscenas y evocaban a Yambe (doméstica que hizo sonreír a Deméter) y también a Yaco (epíteto de Dionisio) para recibir su ayuda y gracias a su poder de transformación, devolver a Persófone al mundo de los vivos. Los sacerdotes, efebos y magistrados llevaban los objetos sagrados. Algunos autores hablan de la presencia de hombres travestidos y de gestos obscenos. Esos 22 km representan la búsqueda de Deméter. Cuando cruzaban el río Cefiso, los iniciados eran ridiculizados y agredidos con canciones satíricas e insultantes por gente del pueblo a fin de soportar o atravesar una “cura de humildad” antes de llegar al santuario donde se acogía a Yaco en forma esplendorosa. Algunos autores opinan que al llegar a Eleusis, había un día de ayuno en conmemoración al que guardó Deméter mientras buscaba a Perséfone y luego se bebía ciceón.
El 21 tenían ligar los ritos secretos. Por la noche los iniciados entraban el fila al santuario y al llegar a la puerta es posible que pudieran ver a la diosa sentada en la roca sin alegría. Entraban al telesterion, depositaban los cerditos en las mégara, una especie de sótanos del templo. Luego peregrinaban fuera del telesterion en busca de Perséfone, en la oscuridad y con la cabeza cubierta con una capucha que les impedía ver. Mientras el hierofante golpeaba una especie de gong llamando a Perséfone. La idea era que los iniciados debían revivir la experiencia laberíntica pasada por Persófone quien sufrió el horror del desapego de su madre, el terror de estar en el mundo de los muertos y la alegría de volver a ver a la diosa madre en todo su esplendor sagrado. También transitar por la tristeza, la desesperación y la angustia sufrida por Deméter por la desaparición de su hija. Quizás el hierofante administraba una dosis de cyceon que ayudaría a contemplar la epifanía a partir de la cual el iniciado se transformaba en epoptes “el que ha visto”. Para ello los iniciados entraban al telesterion, se sacaban las capuchas y dentro de una cegadora luz procedente de centenares de antorchas portadas por los epotai, veían a Perséfone quien emergía de una cueva, guiada por Hades y se fundía en un abrazo con su madre. Algunos opinan que sufrían visiones fantasmales (Phasmata según los griegos) acompañadas de sudor frío, vértigo y náuseas.
El 22 era un día de sacrificio y fiesta. Se realizaba un festín que duraba toda la noche y era acompañado por bailes y diversiones. Las danzas tenían lugar en el Campo Rhario, del que se decía que era el primer punto en el que creció el grano. También se sacrificaban toros y otros animales especialmente cerdos en honor a las diosas.
Los misterios terminaban el 23 de boedromion y todos volvían Atenas y cada uno a su casa.
Según el relato de Evans, N. el festival comenzaba con el camino desde Eleusis hasta Atenas, el 14 del mes Boedromion portando objetos sagrados hasta el santuario eleusino en el borde del ágora ateniense. Luego se retornará a Eleusis y nuevamente a Atenas. Diferentes tipos de ofrendas eran hechos en lugares y tiempos estipulados. Los próximos cuatro días transcurrían en Atenas, durante los cuales se realizaban purificaciones. A partir de ahí se declaraba que cualquiera que hablara griego y estuviera libre de haber cometido asesinato era invitado a tomar parte de los ritos a Deméter. El 19 regresaban en procesión a Eleusis, separada 14 millas de distancia. Durante la travesía regresaban los objetos sagrados y los sacerdotes y magistrados acompañaban a los “mystai” a lo largo de la Via Sacra. Los ritos de iniciación comenzaban el 20 al llegar a Eleusis, durante la noche cuando ingresaban al telesterion. Poca información fidedigna se tiene acerca de lo que realmente ocurría allí dentro. El último día era destinado a celebrar ritos públicos y libaciones en honor a la muerte y finalmente un gran sacrificio cívico en los altares. Continúan danzas y celebraciones festivas en las cuales ya son invitados a participar los no iniciados y finaliza con el retorno jubiloso y desordenado hacia Atenas el día 23. Los objetos sagrados permanecen en Eleusis hasta el año próximo.

4.- El cyceon esa extraña bebida
Muchos autores han intentado relacionar la experiencia de exaltación y liberación narrada en estos misterios con la utilización de drogas. Kerényi creía que un ingrediente del ciceó, el poleo, podría tener propiedades alucinógenas. Otros piensasn en hongos como el cornezuelo (Claviceps purpurea) que crece en espigas de algunos cereales y contiene alcaloides. Bernabé opina que hubiera sido difícil que tantos cereales estuvieran infestados como para suministrar a miles de iniciados la cantidad de droga necesaria que indujese visiones placenteras a todos. Según su opinión más probable sería pensar en un opiáceo. La amapola, junto con las espigas es un atributo de Deméter y Ovidio nos presenta a la diosa durmiendo a Triptolemo con jugo de amapolas. En verdad, según Bernabé, no debe extrañarnos que se puedan alcanzar los efectos descriptos en estas experiencias colectivas, largas y penosas sin el uso de drogas, ya que ellas mismas pueden alterar el ánimo y la personalidad.
Sin embargo la relación de las visiones y padecimientos con la ingestión de alcaloides, es analizada por varios autores. En este sentido, Robert Gordon Wasson fue el primero que relacionó la famosa bebida presente en los misterios (cyceon) con alguna sustancia enteógena. Gordon era un periodista, nacido en 1898 en Montana USA, escritor de temas económicos y casado con una moscovita llamada Valentina Petrovna, médica pediátrica formada en Londres a quien le gustaba comer hongos que ella misma recogía. Gordon comenzó a estudiar el tema de los hongos, incluyendo aspectos vinculados a la historia y a cuestiones sociales y con la ayuda de su esposa, se convirtió en un experto en etnobotánica más concretamente en etnomicología. Fue así como recibió una carta del helenista Robert Graves a quien a partir de los relatos de los misterios de Deméter le llamó la atención la bebida sagrada mencionada en el mito. Consultado Gordon, un autodidacta en el tema, formó un equipo de trabajo con un helenista experto Carl Ruck y con el químico Albert Hofman quien en 1938 había sintetizado a partir del cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea) la ditetilamina del ácido lisérgico (LSD). Hofman trabajaba para el laboratorio Sandoz el cual estaba interesado en los principios activos de las plantas medicinales. Experimentaba con el cornezuelo, un hongo parasitario que crece en el centeno y otras gramíneas incluso silvestres y que contiene muchísimos tipos de sustancias químicas, fundamentalmente alcaloides. Es el hongo que causó el ergotismo, enfermedad que padecían las personas que en la campiña europea húmeda comían productos obtenidos del centeno cuyas espigas estaban contaminadas con los esclerocios del hongo. El consumo de algunos alcaloides como la ergotamina, ergotoxina y ergobasina que son potentes vasoconstrictores, llegaba a actuar sobre el tono vasomotor, en especial de las extremidades, con cierre de las arteriolas y ausencia de irrigación sanguínea, isquemia, incluso necrosis, muerte de los tejidos y gangrena, y con ella la necesidad de amputar extremidades.
Algunos de estos alcaloides se usaban desde la antigüedad por las comadronas para detener las hemorragias después del parto. Uno de entre los muchos alcaloides que contiene el hongo, actúa sobre el útero de la mujer, produciendo contracciones y se usa actualmente, sintetizado, para detener la hemorragia posparto (ergonovina).
El ácido lisérgico es el núcleo común de todos estos alcaloides del cornezuelo. Buscando una sustancia estimulante del sistema circulatorio, Gordon llegó a sintetizar la dietilamida del ácido lisérgico (LSD). Como no daba el resultado esperado, se suspendieron las pruebas hasta el año 1943 cuando vuele a experimentar y según su relato: "Estaba en mi laboratorio y empecé a sentirme de una manera extraña, ciertamente extraña. No había tomado nada, imagino que algo debió quedar en mis dedos. De pronto, me encontré en otra realidad, sentía algo extraño, los colores habían cambiado, la habitación había cambiado, mí humor había cambiado, y tenía la impresión de que mi propia personalidad había cambiado, y al cerrar los ojos empecé a tener bellísimas fantasías, imágenes...".No sabía a qué se debía, y sospeché que podría ser la LSD con la que había estado trabajando, por lo que decidí hacer un experimento. Tomé un cuarto de miligramo, resultó ser una dosis enorme. Fue una experiencia terrible, un mal viaje. Todo cambió, y tuve la sensación de que había abandonado mi cuerpo, estaba en el espacio y podía ver mi cuerpo allí, y pensé: tal vez te has vuelto loco, o a lo mejor ya estás muerto. Fue realmente terrible, porque seguía consciente de mi situación y de la realidad cotidiana al mismo tiempo"."Después de cinco o seis horas volví de nuevo a la normalidad, y entonces realmente me lo pasé muy bien. Disfruté con la sensación de haber vuelto a nacer. Volver de un mundo muy extraño y encontrarme con el mundo cotidiano y familiar. Experimenté la belleza de nuestro mundo cotidiano, real. Todas esas cosas que uno no valora en estado normal me parecían bellísimas, me di cuenta de lo bonito que es nuestro mundo, y estaba realmente feliz. Y así fue, cómo descubrí la LSD" (nota en diario El País, 1987).
Hoffman se dio cuenta de la importancia de su descubrimiento y de sus posibles aplicaciones en psiquiatría. Tras hacer un informe sobre su experiencia, la compañía Sandoz decidió distribuirlo entre médicos especializados, y a lo largo de los años cincuenta y sesenta aparecieron gran cantidad de estudios en el campo psiquiátrico con esta sustancia hasta que se prohibió su uso.

Las dosis bajas de LSD generan hilaridad, aceleran los pensamientos, traen a la mente recuerdos vívidos, provocan asociaciones libres y algunas visualizaciones. Las dosis mayores ocasionan un colapso temporal sobre la percepción y usualmente llevan a introspecciones profundas en las que se trasciende el ego y se tiene alguna clase de experiencia mística. Algunos psiconautas como Antonio Escohotado, han identificado tres "etapas del viaje":
[...] una primera fase de vuelo, que recorre paisajes visuales asombrosos sin detenerse en ninguno -viéndose el sujeto desde dentro y desde fuera a la vez-, seguida por una segunda fase que es en esencia lo descrito como una pequeña muerte, donde el sujeto empieza temiendo volverse loco para acabar reconociendo tras ello, el temor a la propia finitud, que una vez asumido se convierte en sentimiento de profunda liberación. Se trata de algo parecido a cambiar la piel entera, que algunos llaman hoy acceso a esferas transpersonales del ánimo... Convencimientos y percepciones beatíficas alternan con un desnudamiento de los temores más arraigados, dentro de un trance que del principio al fin se desarma por su esencial veracidad.
Balsámica o aterradora, la luz está ahí para quedarse, iluminando lo que siempre quisimos ver -sin conseguirlo del todo- y también lo que siempre quisimos no ver, lo pasado por alto... apto sólo para quienes buscan lo verdadero a cualquier precio... La amistad, el amor carnal, la reflexión, el contacto con la naturaleza, la creatividad del espíritu, pueden abrirse en universos apenas presentidos, infinitos por sí mismos
Gordon viajó a Grecia para estudiar los misterios eleusinos y concluyó que la molécula del LSD estaba presente en estos ritos y al igual que en la amplia mayoría de los ritos de la antigüedad.
Considerando el contexto los investigadores le dieron el nombre genérico de enteógenos (etimológicamente lo divino manifestándose desde el interior, Dios dentro de nosotros) a las sustancias de origen vegetal que se utilizan dentro de un marco ritual, en fechas precisas y ocasiones puntuales (celebraciones religiosas, enfermedades graves, etc.) y son suministradas y administradas por un experto (hierofante o sacerdote o chaman). Hay una diferencia con los alucinógenos ya que estos derivan del campo de la psicología psiquiátrica y se refiere a uno de los síntomas de la psicosis como son las alucinaciones, las percepciones sin objeto y lógicamente se incluyen en un campo patológico y negativo. Entre ambas sustancias existe una diferencia no menor: el contexto. Fuera de ese contexto ritual, sin administración por parte de un experto, podemos visualizar otra dimensión epidemiológica, altamente cuestionable. El uso de enteógenos dentro de comunidades primitivas, en el marco ritual ha sido una de las prácticas que generaron cohesión colectiva.

5.- Restos arqueológicos en Eleusis
La ciudad de Eleusis, hoy Elefsina está a unos 20 km al NO de Atenas y forma parte de los alrededores de la capital. Era en la antigüedad una ciudad agrícola que cultivaba trigo y cebada. En la actualidad es una ciudad netamente industrial donde se refina petróleo. En las excavaciones arqueológicas se han descubierto:
La Via Sacra, que comenzaba en la Puerta Dipylon y llegaba hasta la puerta del templo, era recorrida por los iniciados que tomaban parte en las ceremonias de los Misterios. Se conservan todavía los restos de las diferentes partes del Telesterion la sala rectangular donde tenían lugar los Misterios, así como sectores del recinto del santuario que datan de diferentes épocas (desde Pisistrato hasta la época romana).
El Telesterion era una sala rectangular, casi cuadrada, con asientos a lo largo de sus muros, y con el techo soportado por una serie de columnas levantadas en las intersecciones de unas imaginarias líneas paralelas a los cuatro lados. Como clímax en las ceremonias de Eleusis, los iniciados entraban al Telesterion, se les mostraban las sagradas reliquias de Demeter y las sacerdotisas revelaban las visiones obtenidas durante la "noche santa" (probablemente un fuego que representaba la posibilidad de la vida después de la muerte). Se estima que en el siglo V podía acoger a 3000 personas en sus gradas. En el Telesterion tenía lugar el clímax de los misterios mayores de Eleusis, aunque no tenemos noticia de lo que allí sucedía realmente. Fue destruido por los Persas y reconstruido por Pericles.

6.- BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.

Bernabé, A. 2002. “Los misterios de Eleusis”. F.Casadesús (ed), Sectes, ritus i religions del món antic. Palma de Mallorca, pp.133-157.

Cross, Elsa. 2007. “Los cultos mistéricos del mundo griego” Revista de la Universidad de México. 38:40-47 .

Evans, N. 2002. SANCTUARIES, SACRIFICES, AND THE ELEUSINIAN MYSTERIES. Numen, Vol. 49, No. 3, pp. 227-254.

I. Prieto Gonzalez. Santuario de Deméter en Eleusis. www.dearqueologiA.C.om.

Hofmann, A., Gordon Wasson, R., Ruck, C. El camino a Eleusis. Una solución al enigma de los misterios. Ed. Fondo de Cultura Económica.

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Robertson N.D.1998.The Two Processions to Eleusis and the Program of the Mysteries. The American Journal of Philology, Vol. 119 (4):547-575.

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Yidy Paez Casadiegos. 2008Deméter-Perséfone: etiología y epifanía en los misterios de Eleusis. A Parte Rei 55.

LAURA DRAGHI
GRUPO ATENEA

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